sábado, 7 de marzo de 2009


Tus besos eran mi faro,
la única luz que guiaba
mi rumbo en la oscuridad
del mar y la tormenta.

No existe nada igual que
aquellos besos míos, tus besos.

Aquellos besos tan dulces
como aquellos besos nuestros,
que son del color de tu ropa
interior siempre me volvieron
loco de amor.

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