jueves, 19 de febrero de 2009


Nuestro amor era igual que una tarde de abril, que también es fugaz como ser feliz. Y pudo ser, y no fue por ser la vida como es. Nos dio la vuelta del revés. Lo ves, lo ves. Nuestro amor era igual que una mañana sin fin, imposible también como no morir. Es que fue o será porque el diablo es como es, juega contigo al esconder. Lo ves, lo ves. Ahora somos como dos extraños que se van sin más como dos extraños más que van quedándose detrás. Yo sigo estando enamorado y tu sigues sin saber si lo has estado o si te quise alguna vez, lo ves.

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